En los cómics, cuando a un personaje se le enciende en el cerebro ese interruptor que marca el nacimiento de una nueva idea, se ilustra el proceso con la imagen de una bombilla. ¿Y en la vida real que sucede? ¿Se enciende algo? Pues bien, si alguien se ha hecho esa pregunta alguna vez, ahora tiene la respuesta, ya que un equipo de neurólogos de la Universidad de Carnegie Mellon (EE.UU.) han logrado observar cómo nuestro cerebro almacena nueva información en diferentes zonas y cómo la procesa. Dicho experimento proporciona, por primera vez, una observación visual de cómo se forman nuevos conceptos en el cerebro. Ese instante mágico que los investigadore shan bautizado como «momento eureka».
En su experimento, los investigadores usaron resonancias magnéticas para monitorear la actividad cerebral de los voluntarios, mientras estos asistían a una conferencia sobre las costumbres de distintos mamíferos. Los neurológos observaron que el procesode aprendizaje comenzaba en un área del cerebro conocida como giro frontal inferior, que es donde se almacenan la información adquirida durante el aprendizaje. Y vieron que la información realtiva al hábitat de los animales se almacenaba en las zonas que en la imagen están representadas en color verde, mientras que los datos sobre su dieta lo hacían en las de color azul y rojo. Los neurólogos comprobaron también que la información procesada por el cerebro no borra a la que ya tenía almacenada con anterioridad.
La imagen que les ofrecemos recoge por primera vez ese preciso instante en que se activan en el cerebro las áreas encargadas de procesar los datos aprendidos. Ahora, los científicos quieren seguir trabajando para tratar de comprender mejor como funcionan las conexiones neurológicas que vinculan unos datos con otros y dan lugar al pensamiento complejo.
Redacción QUO