La tabla periódica es un elemento básico del aprendizaje científico y al mismo tiempo una pesadilla para la memoria de miles de estudiantes desde que la concibiera Dmitri Ivanovich Mendeléiev en 1869. Allí se ubican los 118 elementos, pero lo hacen de forma estática y lineal, muy alejado de lo que puede hacerse con ellos en una clase de química.
Los elementos, fuera de la tabla, están vivos: burbujean, estallan, cambian de color, de densidad y hasta de forma cuando se combinan. Un polo opuesto de lo estático que resulta la representación ideada por Mendeléiev. Para evitar que su estudio resulte pesado, el sector de invenciones de Google, ha creado una tabla periódica interactiva. Inspirados en un diagrama que refleja la abundancia relativa de los elementos, la visualización creada por Google permite decidir si se quiere ver el tamaño de los elementos de acuerdo a la proporción que ocupan en el cuerpo, el Sol, el mar, la corteza terrestre, la cantidad de veces que se mencionan en la literatura y hasta el volumen (se miden los centímetros cúbicos por gramo).
La interactividad también permite visualizarlos en barras, cubos oelectrones, lo que permite ver la estructura atómica de los mismos. Seguramente si hubiéramos tenido esta tabla en el instituto, hoy veríamos la química con otros ojos.

Juan Scaliter