Desde hace años, la ciencia afirma que dormir es crucial para el aprendizaje y la formación de memoria a largo plazo. Pero exactamente cómo se forma dicha memoria es algo que aún no se comprende del todo y se ha convertido en una cuestión central de la investigación en neurociencias.
Ahora un grupo de neurocientíficos de la Universidad de California, Riverside aseguran que podrían tener una respuesta a esta pregunta: según el estudio, publicado en Journal of Neuroscience, el sueño profundo (también llamado sueño de onda lenta) puede serel responsable de la transformación de los recuerdos recientes en memorias de largo plazo.
Durante el sueño, el cerebro humano y animal se aísla de gran parte de la información sensorial, lo que no quiere decir que esté inactivo, todo lo contrario. Se puede observar gran actividad en el hipocampo (región vinculada a la memoria) y en el el córtex, alternando períodos de estados activos e inactivos de las neuronas corticales durante el sueño profundo.
Utilizando un modelo computacional, los investigadores de la UC Riverside han señalado un vínculo entre la actividad eléctrica en el cerebro durante el sueño profundo y las conexiones sinápticas entre las neuronas. De acuerdo con este modelo, la actividad del hipocampo modifica las oscilaciones en el córtex produciendo cambios en las sinapsis de esta región, algo determinante ya que los cambios en las conexiones entre neuronas están asociados al aprendizaje y a la consolidación de la memoria en el cerebro.
“Las oscilaciones se mantuvieron estables aún sin estar infuidas por el hipocampo – explica Yina Wei, una de las responsables del estudio – . Esto nos lleva a deducir que durante el sueño profundo, los recuerdos se consolidan en el córtex y se vuelven independientes del hipocampo”.
Juan Scaliter