Más de medio siglo atrás, los científicos descubrieron que el ADN se pliega cuando es sometido a altas temperaturas.”En los últimos años – explica Alexis Vallée-Bélisle, uno de los responsables del avance –, los bioquímicos han descubierto que este tipo de moléculas, son como nanotermómetros que miden la temperatura de los organismos y la señalizan plegándose o desplegándose. Inspirados en esta cualidad creado varias estructuras de ADN que se pliegan a temperaturas específicamente determinadas”.
El termómetro, 20 mil veces más pequeño que un cabello humano, tiene la ventaja que utilizar el ADN es relativamente sencillo, gracias a su química programable. La innovación abre nuevas puertas para comprender enigmas de la biología molecular. “Hay muchas respuestas que aún ignoramos en el campo de la biología – señala Vallée-Bélisle – . Por ejemplo, sabemos que en el interior de nuestro cuerpo la temperatura se mantiene a 37° C, pero desconocemos si existe una variación a nivel de cada célula.”
El hallazgo permitirá determinar si las nanomáquinas y los nanomotores creados por la evolución a lo largo de millones de años (células por ejemplo) también se calientan cuando funcionan a un ritmo demasiado alto.
El artículo ha sido publicado en Nano Letters.

Juan Scaliter