Encélado, con sus erupciones de hielo y vapor de agua y su océano cubierto por una capa de hielo, constituye una de las joyas que más pasión despierta en los investigadores. Desafortunadamente las interpretaciones de los datos proporcionados por la sonda Cassini han sido contradictorios hasta ahora. Por un lado se estimaba que el espesor de la capa de hielo varía de 30 a 40 km en el polo sur a unos 60 km en el ecuador. Pero estas cifras no permitían saber si su océano se extendía por debajo de toda la capa de hielo. Sin embargo, el descubrimiento en 2015 de una oscilación en la rotación de Encelado,un conjunto de movimientos conocido como libración, que está vinculada a efectos de la marea, sugiere que sí tiene un océano, de unos 45 kilómetros de profundidad, que se extiende por todo el satélite y una capa de hielo mucho más delgada de lo previsto, con un espesor medio de alrededor de 20 kilómetros. No obstante, este grosor parecía ser incompatible con otros datos de la gravedad y la topografía de Encélado.
Ahora, un equipo internacional de investigadores del Laboratorio de Planetología Geodinámica de Nantes (CNRS / Université de Nantes / Universidad de Angers), la Universidad de Praga, y el Observatorio Real de Bélgica ha propuesto un nuevo modelo que reconcilia los diferentes conjuntos de datos y muestra que la capa de hielo en el polo sur de podría ser de menos de 5 kilómetros. Esto sugiere que hay una fuente de calor en el interior de Encelado, un factor adicional, junto a la detección de moléculas complejas detectadas en esta luna,que apoya la posible existencia de vida en su océano. El estudio ha sido publicado en Geophysical Research Letters.
Juan Scaliter