En1989 se firmó el Protocolo de Montreal, un tratado internacional diseñado para proteger la capa de ozono en la segunda capa atmosférica importante de la Tierra (la estratosfera), mediante la eliminación de la producción de numerosas sustancias responsables de la destrucción su destrucción. Desde entonces se han realizado constantes mediciones para evaluar su estado, el cual no era nada bueno hasta hace poco:en octubre de 2015, el agujero de ozono sobre la Antártida había alcanzado un nuevo récord.
Pero un nuevo estudio, publicado en la revista Science, parece traer buenas noticias: el Protocolo de Montreal está dando resultados. Un equipo de científicos, liderados por Susan Solomon, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), utilizó una combinación de mediciones de ozono directa y modelos matemáticos para evaluar la evolución del agujero de ozono en el polo sur. Gracias a ello identificaron varias señales consistentes de «curación» en la capa de ozono, en particular en el mes de septiembre, cuando se encontraron aumentos estacionales en las cantidades de ozono. Los investigadores también evaluaron los cambios provocados por factores naturales, incluyendo erupciones volcánicas. De hecho, desde alrededor de 2005, las erupciones han retraso la cicatrización de la capa de ozono, contribución de modo importante a la variación de la pérdida de ozono en los últimos años.
Juan Scaliter