Al revés de lo que podría pensarse, los atletas que ganan la medalla de bronce muestran más felicidad por el logro que aquellos que obtienen la de plata. Seguro que tu lógica te dice que es mejor quedar segundo que el último, pero los deportistas no lo viven así.

El cíentifico conductual Peter McGraw (Universidad de Colorado) apuesta a que esto se debe a un fenómeno bautizado como pensamiento contrafáctico. Según sus propias palabras, «la gente suele comparar su situación en el mundo y lo que les ocurre, con lo que pudo haber sido«.

Sabiendo esto, vamos a ponernos en la piel de un deportista por unos segundos. Cuando ganas la medalla de plata, lo que piensa el cerebro instantáneamente es «vaya, pude haber ganado el oro». En cambio, cuando la recompensa obtenida es la de bronce, el cerebro piensa: «al menos gané una medalla«.

Otro estudio realizado hace una década sobre el pensamiento contrafáctico de los medallistas olímpicos, concluyó que, efectivamente, aquellos atletas que lucían la medalla de bronce se mostraban mucho más felices que los que habían ganado la plata, que se centraban más en pensar que podían haber mejorado su posición con algo más de esfuerzo.

Fuente: cnn.com

Redacción QUO