Hay una frase que ronda por los muros de Facebook que dice «eran tan felices que ni se hicieron fotos». Pero un estudio reciente publicado por la Asociación Americana de Psicología ha descubierto que esta bonita premisa podría no ser cierta.

Si bien podríamos pensar que hacer fotografías durante un viaje puede robarnos tiempo para disfrutar de otras actividades, la investigación sugiera que las personas que toman fotos de sus experiencias disfrutan más de los eventos que aquellos que no lo hacen.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron varios experimentos en los que participaron más de 2000 voluntarios. En cada prueba, se pidió a cada uno de ellos que participase en una actividad (como hacer un recorrido turístico en un autobús o comer en una terraza) y, dependiendo el grupo al que pertenecían, que hicieran fotos o no. Después, los voluntario rellenaron una encuesta diseñada para medir no solo cuánto habían disfrutado, sino su implicación en la experiencia. En la mayoría de los casos, las personas que habían capturado los momentos con una cámara mostraron mayores niveles de felicidad.

«Uno de los factores críticos que afecta a cómo la gente disfruta haciendo una actividad, es su grado de compromiso con la experiencia». Según los autores, realizar fotografías de un evento nos implica más en la situación.

Fuente: eurekalert.org

Redacción QUO