Hay que recuperar aquella vieja costumbre infantil de contar con los dedos. Esa es la conclusión que puede extraerse de un estudio realizado por la Universidad de Gaulladet, en Washington, que ha revelado que los niños que recurren a esa práctica suelen tener mejores calificaciones en matemáticas.

Los investigadores escanearon los cerebros de niños de entre ocho y catorce años mientras realizaban sencillas operaciones matemáticas. Y observaron que en los cerebros de aquellos que utilizaban sus dedos para contar, se activaban dos áreas diferentes, frente a solo una en quienes no lo hacían.

Curiosamente, ambas áreas cerebrales se activaban cuando los niños restaban, pero no cuando multiplicaban. Según los investigadores, eso se debe a que el aprendizaje de la tabla de multiplicar se realiza de memoria. En cambio, al restar, es más importante comprender el proceso. Por eso, usar los dedos, ayuda a entender mejor el mecanismo matemático.

La investigación apunta, por tanto, a que contar de forma manual y saber distinguir el nombre de cada dedo, estimula el talento matemático de los más pequeños.

Vicente Fernández López