Hay investigaciones que, pese a obtener resultados sorprendentes y hasta esperanzadores, deben ser tomadas como una puerta abierta para profundizar más aún en los resultados.
La realizada por el equipo liderado por Elizabeth Broadent, es una de ellas. «En comparación con sentarse en una posición reclinada – explica la autora en un comunicado –, sentarse con la espalda recta nos puede hacer sentir más orgullosos después de un éxito, aumentar la persistencia ante una tarea compleja y hacernos sentir más seguros.El estudio que hemos realizado también sugiere que sentarse en posición vertical puede hacer estemos más alerta y entusiasmados, con menos temor y una mayor dosis de autoestima después de una tarea estresante”.

Esas son las conclusiones del trabajo que se publicará en el número de marzo de la revista Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry,del cual se puede ver un adelanto en la web de la universidad. Si bien es cierto que un estudio anterior también firmado por Broadent y realizado con 74 voluntarios, ya afirmaba que sentarse con la espalda recta o ponerse de pie, aumenta la autoestima y mejora el humor, en este los voluntarios habían sido diagnosticados con depresión leve o moderada. La necesidad de profundizar en los resultados se basa en que en esta ocasión, los participantes sumaban 61 personas, un universo no muy amplio.

De hecho, los autores señalan en las conclusiones que “este estudio preliminar sugiere que la adopción de una postura erguida puede aumentar el afecto positivo, reducir la fatiga y disminuir el pensamiento en uno mismo, en personas con depresión leve a moderada. En el futuro se deberán investigar las manipulaciones de las posturas durante un período de tiempo más largo y en muestras con depresión clínicamente diagnosticada”.

Juan Scaliter