De acuerdo con un estudio realizado por EAE Business School en 2015, el sector de la comida rápida facturó en España 3.226 millones de euros y en los próximos cinco años, el gasto aumentará un 50%. Evidentemente se trata de un sector en crecimiento y por ello, un reciente estudio realizado podría poner en alerta a los consumidores de este tipo de alimentos.

Se trata del análisis más completo hasta la fecha sobre la presencia de productos químicos altamente fluorados en envases de comida rápida en los Estados Unidos. Los autores, liderados por Laurel Schaider, analizaron más de 400 muestras (consistentes en envoltorios de papel, cartón y contenedores de bebidas) de 27 cadenas de comida rápida en todo el país. Los resultados, publicados en Environmental Science & Technology Letters, mostraron que casi la mitad de los envases de papel, usados en hamburguesas y pastelería, y el 20% de muestras de cartón (cajas para patatas fritas y pizza) contenían una clase de productos químicos llamados polifluoroalquilo o PFAS.

«Estos productos – explica Schaider en un comunicado – se han relacionado con numerosos problemas de salud, por lo que se trata de que la gente está potencialmente expuestos a ellos en los alimentos. La exposición a algunos PFAS se ha asociado con cáncer, enfermedad de la glándula tiroides, inmunosupresión, bajo peso al nacer y disminución de la fertilidad. Los niños están especialmente en riesgo de efectos sobre la salud debido a que sus cuerpos en desarrollo son más vulnerables a los productos químicos tóxicos.

Juan Scaliter