Las mujeres que comen menos fruta y más comida rápida tardan más tiempo en quedar embarazadas y es menos probable que conciban dentro de un año, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Adelaida y publicado en Human Reproduction,

Los autores, liderados por Jessica Grieger y Claire Roberts, estudiaron los hábitos alimenticios de 5.598 mujeres en Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido e Irlanda. Las mujeres, todas madres primerizas, fueron entrevistadas por parteras durante su primera visita prenatal.

“Los hallazgos – explica Roberts en un comunicado – muestran que comer una dieta de buena calidad que incluya fruta y minimizar el consumo de comida rápida mejora la fertilidad y reduce el tiempo que se tarda en quedar embarazada”.

En comparación con las mujeres que comían fruta tres o más veces al día durante el mes anterior a la concepción, las mujeres con una ingesta de fruta inferior tardaron medio mes más en quedar embarazadas. Del mismo modo, las mujeres que consumían comida rápida cuatro o más veces a la semana tardaron casi un mes más en quedar embarazadas que aquellas que no incluían estos alimentos en su dieta.

Cuando los investigadores analizaron el impacto de la dieta en la infertilidad, descubrieron que en las mujeres con la ingesta más baja de frutas, el riesgo de infertilidad aumentaba hasta un 12% y en las que comían comida rápida cuatro o más veces a la semana, las cifras llegaban al 16%.

“Recomendamos que las mujeres que desean quedar embarazadas – concluye Grieger– deben seguir las recomendaciones dietéticas para el embarazo. Nuestros datos muestran que el consumo frecuente de comidas rápidas demora la concepción”.
Los investigadores también descubrieron que, si bien la ingesta de frutas y comidas rápidas influye en los tiempos que toma quedar embarazada, la ingesta de verduras de hoja verde o pescado antes del embarazo, no lo hacía.

Pero al mismo tiempo, los autores señalan que el estudio tiene ciertas limitaciones: no se recopiló información sobre la dieta de los padres, y es posible que otros factores desconocidos hayan afectado los resultados.

Juan Scaliter