Se estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros (antes de cumplirse las 37 semanas de gestación) y la cifra está aumentando según datos de la Organización Mundial de la Salud.En Europa, medio millón de bebés nacen antes de término, 28.000 de ellos en España, lo que señala un crecimiento del 36% en 20 años.
Todos estos datos evidencian la importancia de un reciente estudio que analizó la respuesta cerebral de 125 bebés, algunos de ellos prematuros mediante un electroencefalograma de alta densidad.La investigación, publicada en Current Biology, demostró que las primeras experiencias de contacto del bebé, tienen efectos duraderos sobre la forma en que sus cerebros responden a las caricias cuando les dan el alta.
En términos generales, las mediciones mostraron que era más probable que los bebés prematuros tuvieran una respuesta cerebral reducida a caricias. También descubrieron que si los padres pasaban más tiempo con ellos acariciándolos, la respuesta era mayor, algo que probó ser una clara ventaja para aquellos que debieron soportar procedimientos médicos incómodos o dolorosos.
El hallazgo evidencia la importancia del toque suave para el desarrollo sensorial adecuado de los recién nacidos, principalmente en aquellos que deben pasar largos períodos de tiempo en unidades de cuidados intensivos neonatales.
«Asegurarse de que los bebés prematuros reciban un estímulos positivo y de apoyo como el cuidado de piel a piel de los padres – explica la autora del estudio, Nathalie Maitre – es esencial para ayudar a que su cerebro responda a una caricia de manera similar a los de bebés que experimentaron un embarazo completo en el útero materno. Cuando los padres no pueden hacer esto, los hospitales podrían considerar recurrir a terapeutas ocupacionales y físicos para proporcionar una experiencia táctil cuidadosamente planificada, algo que a veces falta en un entorno hospitalario”.
Juan Scaliter