El año pasado Alemania tuvo 309 casos de sarampión, el Reino Unido, cerca de 600, Italia 1200 y Rumanía casi 2.000. Por ahora España se salva y en un año registró solo 39 casos según la Organización Mundial de la Salud.
Y este año las cifras podrían ser más altas: Rumanía ha igualado las cifras del año pasado en los pocos meses del 2017 e Italia registra más de 1.600 casos reconocidos en 2017,en 19 de las 21 regiones del país.
El brote agrava la preocupación entre los funcionarios de salud europeos que han estado vigilando un brote en curso en Rumanía, donde se han reportado casi 4.800 casos desde el comienzo de 2016. El país también ha visto 21 muertes, según la Organización Mundial de la Salud.
«Italia es uno de los dos principales países afectados en la actualidad por la región (europea) – asegura Robb Butler, Director del Programa de Enfermedades Prevenibles por Vacunación e Inmunización de la Oficina Regional de la OMS para Europa en un comunicado – . Durante años su cobertura a estado por debajo del umbral óptimo y muchos padres no vacunan a sus hijos porque piensan que el sarampión es algo del pasado”.
Mientras tanto, ¿qué ocurre en España? Para saber cómo podría afectar este brote a la península, hablamos con David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría ( AEP). De acuerdo con Moreno “el riesgo actual en España es muy bajo, aunque no es de cero. Las altas coberturas vacunales en la infancia (superiores al 95%) hacen que exista escasa circulación del virus en la comunidad. Sin embargo, hay grupos de población que no están vacunados ni han pasado la enfermedad, por lo que están expuesto a padecer la enfermedad y sus complicaciones si se infectan.
Estos son los datos de coberturas de vacunas de varios años de la vacuna triple vírica, oficiales publicadas por el Ministerio.

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“Sí es cierto – continúa Moreno por correo electrónico – que existe un porcentaje de niños menor del 5%, no vacunados, que están en riesgo. En algunos casos es porque no pueden vacunarse debido a alguna contraindicación de tipo médico, pero en otras ocasiones es por decisión de sus cuidadores. En adultos se sabe que ese porcentaje es mayor, ya que la vacunación con triple vírica en la infancia comenzó a lo largo de los años 70 en España, y de forma algo desigual y asincrónica en las comunidades. Esto hace que de vez en cuando, se produzca algún brote en España. Concretamente, en Barcelona se ha producido un pequeño brote (muchísimo menor que el actual de Italia y países de Europa del Este), enen el que la mayoría de casos se han producido en adultos no vacunados.

El sarampión es una enfermedad aguda caracterizada por fiebre, tos, rinorrea, conjuntivitis y las típicas manchas en la piel que se manifiestan primero en el rostro. “Las complicaciones – concluye Moreno – pueden ser consecuencia de la propia infección vírica o de una sobreinfección bacteriana: otitis media, laringotraqueobronquitis, neumonía y diarrea, más frecuentes en niños pequeños. En aproximadamente 1 de cada 1000 casos aparece una encefalitis, que puede ser grave y dejar secuelas neurológicas; en 1 de cada 100 000 casos puede desarrollarse, al cabo de unos años, una panencefalitis esclerosante subaguda. Los pacientes inmunodeprimidos tienen unas elevadas tasas de mortalidad”.
El periodo de contagio del sarampión es de hasta 4 días después de haber aparecido la erupción cutánea.

Para quienes piensen viajar a Italia o Rumanía, Moreno recomienda “asegurarse de haber recibido la vacunación de la triple vírica, que incluye sarampión. Idealmente cada persona debe haber recibido al menos dos dosis a lo largo de su vida. En caso de dudas, puede acudir a su Centro de Salud para comprobar sus vacunas, y en caso de faltarle una o las dos dosis, se puede administrar allí mismo”.

Juan Scaliter