La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardíaca sostenida más frecuente y solo en nuestro país afecta a más de un millón de personas. Uno de cada cuatro adultos, a partir de los 40 años tiene probabilidad de desarrollarla. El principal riesgo de esta arritmia es la embolia que deriva de la acumulación de sangre debido a la falta de contracción del corazón. No está claro exactamente lo que la provoca, pero actualmente no hay cura, y tampoco hay medidas obvias para la prevención.
Ahora un nuevo estudio, publicado en la revista Heart, señala que el consumo regular de chocolate puede estar relacionado con una reducción en el riesgo de padecer FA. Dado que el consumo regular de chocolate, particularmente de chocolate negro, se ha relacionado con mejoras en varios indicadores de la salud del corazón, los investigadores, un equipo liderado por Elizabeth Mostofsky, querían ver si también podría asociarse con una menor tasa de fibrilación auricular.
La investigación se llevó a cabo analizando los datos de 55.502 personas (26.400 hombres y 29.102 mujeres) del Estudio Danés de Salud, Dieta y Cáncer.

Los participantes proporcionaron información sobre su consumo habitual de chocolate semanal, con una porción clasificada como 1 onza (30 g). Pero no se les pidió que especificaran qué tipo de chocolate comían (negro, con leche, etc.).También se obtuvo información sobre los factores de riesgo de la enfermedad cardíaca, la dieta y el estilo de vida (por ejemplo, aproximadamente uno de cada tres participantes eran fumadores).
A lo largo del período de seguimiento, un promedio de 13,5 años, se diagnosticaron 3346 nuevos casos de FA. Después de excluir otros factores relacionados con las enfermedades del corazón, la ingesta más “eficaz” resultó ser de una porción semanal para mujeres (se reducía el riesgo un 21%) y de entre 2 a 6 porciones para los hombres (reducción de un 23%).
Pese a todo ello, antes de salir a comerse una tableta, hay que destacar varios factores. Primero: se trata de un estudio observacional, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la causa y el efecto. Segundo, no se ha tenido en cuenta la calidad del chocolate, destacan los autores, ni sus agregados. Los autores destacan así mismo que no han podido tener en cuenta otros factores de riesgo de fibrilación auricular, como enfermedades renales. Y al mismo tiempo destacan que no hay ningún conflicto de intereses, es decir, ninguno de ellos trabaja para alguna empresa que fabrica o vende chocolate y los fondos para la investigación proceden de organismos públicos.

Juan Scaliter