Hasta ahora los expertos no se decidían. Algunos apostaban porque los Homo sapiens habían surgido casi de un día para el otro, 200.000 años atrás, mientras que otros señalaban a una evolución gradual que comenzó hace 400.000 años.
La respuesta definitiva podría estar en un artículo publicado en Nature sobre recientes hallazgos en el yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos. Esto sitio arqueológico comenzó a excavarse a inicios de los años 1960. Pero ahora, un grupo de expertos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y del Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio de Rabat (Marruecos), liderados porJean-Jacques Hublin, ha realizado un descubrimiento de fósiles que coinciden con la morfología de los humanos modernos junto a algunas características más primitivas (un cráneo achatado, por ejemplo). En total los expertos desenterraron 16 nuevos fósiles de Homo sapiens (cráneos, dientes y huesos de al menos cinco individuos), junto a herramientas de piedra y huesos de animales.

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Algunas de las herramientas de piedras halladas en el yacimiento. Crédito imagen: Mohammed Kamal, MPI EVA Leipzig
El hallazgo no solo sitúa unos 100.000 años atrás (gracias a análisis con termoluminiscencia) los orígenes de nuestra especie, también nos revela la dieta de estos parientes muy cercanos: gacelas, ñus, cebras y ocasionalmente algún huevo de avestruz. El análisis de algunos de ellos es lo que sustenta la fecha: entre 337.000 y 374.000 años atrás.
“Solíamos pensar que la cuna de la humanidad databa de hace 200 mil años – concluye Hublin en un comunicado –, en el este de África, pero nuestros nuevos datos revelan que el Homo sapiens se extendió por todo el continente africano hace unos 300 mil años. Mucho antes de la dispersión fuera de África del Homo sapiens, hubo una dispersión en África”.

Juan Scaliter