En la mitología romana, Juno es la esposa y hermana del dios Júpiter. Cuando Júpiter quería ocultarle algo, se envolvía en una cubierta de nubes. Para saltarse este obstáculo Juno desarrolló una mirada que le permitía evadir las nubes y mirar más allá del velo.
Del mismo modo, sonda Juno de la Nasa está consiguiendo revelar los secretos del gigante de nuestro sistema solar.
Lanzada en 2011 y en órbita alrededor de Júpiter desde julio de 2016, es la primera equipada con sistemas capaces de revelar los secretos de la estructura interna de Júpiter bajo las espesas nubes. Dos científicos del Instituto Weizmann de Ciencias, Yohai Kaspi y Eli Galanti lideran uno de los principales experimentos de la misión espacial, con el objetivo de conocer la profundidad de las fuertes corrientes de chorro del planeta y comprender la estructura de su campo gravitacional.

Entre los hallazgos, publicados en la revista Science, destacan ciclones en los polos del planeta que se extienden a lo largo de miles de kilómetros, un campo magnético significativamente más fuerte de lo esperado con grandes variaciones entre regiones y una franja de amoníaco que rodea al ecuador del planeta. Pero probablemente el descubrimiento que ha creado mayor impacto tiene que ver con una incógnita que hace años mantiene a los científicos en un debate: este planeta gigante, ¿tiene o no tiene un núcleo? Los datos obtenidos hasta ahora demuestran que Júpiter tiene un núcleo y uno aún mayor de lo esperado, pero no es sólido.

«Nuestra expectativa era encontrar una realidad mucho más simple – explica Galanti en un comunicado – que la que encontramos en última instancia .Por ejemplo, con respecto al campo magnético, esperábamos un campo homogéneo, y no, como descubrimos, uno que cambia drásticamente dependiendo de la región. Este hallazgo hace las cosas más complicadas”.
Aquí tienes una visión del planeta Júpiter

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Crédito : NASA / SwRI / MSSS / Gerald Eichstädt / Seán Doran

Juan Scaliter