La división celular es un proceso esencial en los seres vivos. A lo largo de nuestra existencia, las células del cuerpo humanos se dividen miles de millones de veces y casi siempre sin ningún tipo de problema. Casi. En las contadas ocasiones en las que este proceso no se lleva a cabo adecuadamente puede conducir a diferentes enfermedades, como el cáncer o problemas de fertilidad y desarrollo. Comprender cómo se producen estos errores, resulta fundamental para encontrar una solución.

Un grupo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, liderados por Viji Draviam, han descubierto una parte importante del mecanismo implicado en este proceso.
“Durante la división celular – explica Draviam en un comunicado –, una célula madre se divide en dos células hijas. En este proceso el ADN de la célula madre, envuelto en forma de cromosomas, se divide en dos conjuntos iguales.Para lograr esto, unas estructuras, similares a cuerdas llamadas microtúbulos, envuelven los cromosomas en un sitio especial llamado el cinetocoro, y separan el ADN. Nuestro estudio ha identificado dos proteínas vinculadas a la unión adecuada entre los cromosomas y los microtúbulos. Cuando estas proteínas no funcionan correctamente, las células pueden perder o ganar un cromosoma. Este hallazgo nos acerca más aún a comprender el proceso de división celular”.

El estudio, publicado en Nature, ayuda a explicar la condición conocida como aneuploidía, el cambio en el número cromosómico, lo que puede dar lugar a enfermedades genéticas Las dos proteínas implicadas son la Aurora-B quinasa y la BubR1-ligada PP2A fosfatasa, ambas mantienen un delicado equilibrio eliminando o sumando grupos de fosfato para controlar correctamente la unión de los cromosomas a los microtúbulos.
“Los tumores agresivos – concluye Draviam – a menudo muestran un número irregular de cromosomas. Las células humanas normales habitualmente tienen 23 pares de cromosomas, sin embargo, las células cancerosas pueden tener 50 o más cromosomas. Para diagnosticar y tratar la aneuploidía, hay que comprender primero qué la provoca. En los tratamientos de fertilidad, será útil analizar los niveles de estas dos proteínas con el fin de lograr un embarazo exitoso”.

Juan Scaliter