El Programa Científico de la Agencia Espacial Europea ha dado su apoyo a una nueva misión llamada Proba-3, que pretende poner en órbita dos satélites que provocarán eclipses artificiales. El objetivo de este proyecto es poder estudiar con mayor detalle la corona solar y, si todo sale según está previsto, se llevará a cabo en el año 2020.
Hasta la fecha, lo habitual era observar la corona durante un eclipse solar. Por ese motivo, se diseñaron unos instrumentos conocidos como coronógrafos espaciales, que simulaban pequeños eclipses en los observatorios espaciales. Pero, ¿cómo lo hacen? Dichos dispositivos se colocan en los telescopios, y disponen de un disco metálico que bloquea la cara brillante del sol, permitiendo así ver su corona.
Y lo que la misión Proba-3 pretende hacer es llevar esa tecnología al espacio. Para lograrlo quieren enviar dos satélites que volarán en formación a una distancia de 150 metros. El primero de ellos estará construido a una escala que permitirá tapar el sol, y que enviará su sombra sobre la pantalla del coronógrafo, que estará colocada en el segundo satélite. Así es como se creará el eclipse artificial.
De esta manera se pretende estudiar con más detalle la corona solar, donde nacen el viento solar y las erupciones denominadas eyecciones de masa coronal, que pueden provocar importantes perturbaciones en nuestro planeta.
Vicente Fernández López
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