Actualmente se está llevando a cabo en Barcelona el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, y es precisamente allí donde se ha presentado una investigación que asegura que el matrimonio es un factor vital que afecta la supervivencia de los pacientes que han tenido un ataque al corazón, así como la supervivencia de aquellos con factores de riesgo más importantes.
Los investigadores, utilizaron la base de datos del Algoritmo para Comorbilidades, Asociaciones, Longitud de Estancia y Mortalidad (ACALM) de pacientes hospitalizados en Inglaterra entre 2000 y 2013 para estudiar el efecto del estado civil sobre la supervivencia en pacientes con enfermedad cardiovasculares.
De casi un millón de pacientes adultos analizados durante el período de estudio, 25.287habían tenido un ataque cardíaco previo, 168.431 tenían presión arterial alta, 53.055 tenían colesterol alto y 68.098 tenían diabetes mellitus tipo 2. Los pacientes fueron categorizados como solteros, casados, divorciados o viudos. Los resultados mostraron que, los pacientes casados eran un 14% más propensos que los pacientes solteros a sobrevivir después de un ataque cardíaco. Los pacientes casados con colesterol alto tenían un 16% más de probabilidades de supervivencia al final del estudio, mientras que aquellos con diabetes o presión alta mostraban cifras de un 14% y un 10% respectivamente.
Aunque el efecto protector del matrimonio se había demostrado previamente, este es uno de los estudios más grandes de su tipo. También es el primero en demostrar que este gran efecto beneficioso no sólo es cierto en los pacientes que han tenido un ataque al corazón, sino en aquellos que tienen factores de riesgo cardiovascular evitables, que causan hasta un 80% de los ataques al corazón.
“El matrimonio – explica Paul Carter, principal autor del estudio en un comunicado –, es probable que ofrezca apoyo emocional y físico en una serie de niveles que incluyen alentar a los pacientes a llevar una vida más saludable. Nuestros hallazgos sugieren que el matrimonio brinda apoyo para controlar con éxito los factores de riesgo y, en última instancia, sobrevivir con ellos”.
Juan Scaliter