Durante décadas, los científicos se han preguntado cómo la atmósfera de la Tierra obtuvo su oxígeno. Los geólogos Matthijs Smit y Klaus Mezger aseguran haber encontrado la respuesta en rocas continentales que tienen miles de millones de años de antigüedad.
En sus primeros tiempos, la atmósfera y los océanos de la Tierra carecían de oxígeno libre (el que no está combinado con otros elementos, como el nitrógeno o el carbono), aunque las cianobacterias lo produjeran como subproducto de la fotosíntesis. Pero 3 mil millones de años atrás se produjo un cambio cuando pequeñas regiones con oxígeno libre comenzaron a aparecer en los océanos. Unos 600 millones de años más tarde, el oxígeno en la atmósfera aumentó repentinamente unas 10.000 veces. Este período, conocido como el Gran Evento de Oxidación, cambió completamente las reacciones químicas en la superficie de nuestro planeta.
Los científicos saben que la composición de los continentes también cambió durante este período y el equipo de Smit y Mezger se dispuso a encontrar un vínculo entre ambos eventos, analizando los registros geoquímicos, más de 48.000 rocas que datan de miles de millones de años atrás.

Antes de la oxigenación, los continentes se componían de rocas ricas en magnesio y bajas en sílice, una composición similar a lo que se puede encontrar hoy en lugares como Islandia y las Islas Feroe. Pero lo que es más importante, esas rocas contenían un mineral llamado olivino. Cuando el olivino entra en contacto con el agua, inicia reacciones químicas que consumen oxígeno y lo atrapan en su interior. Eso es probablemente lo que sucedió con el oxígeno producido por las cianobacterias a principios de la historia de la Tierra.
Sin embargo, cuando la corteza continental evolucionó a una composición más parecida a la de hoy, el olivino prácticamente desapareció. Sin ese mineralel oxígeno comenzó a ser “libre”, los océanos finalmente se saturaron y el oxígeno atravesó la atmósfera.
“La oxigenación estaba esperando el momento oportuno – concluye Smit en un comunicado –. Todo lo que necesitaba era que los continentes maduraran. Y es que en estas fechas se produjo un cambio asombroso en la composición de los continentes al mismo tiempo que el oxígeno libre empezaba a acumularse en los océanos. Todo esto parece haber sido el punto de partida para la diversificación de la vida tal y como la conocemos. Después de ese cambio, la Tierra se hizo mucho más habitable y adecuada para la evolución de la vida compleja, pero eso necesitaba algún disparo de salida, y eso es lo que podríamos haber encontrado».
En cuanto a qué provocó el cambio en la composición de los continentes, es algo que todavía es objeto de estudio. De acuerdo con Smit, la tectónica de placas, tal y como la conocemos hoy, comenzó en aquellos tiempos, lo que permite teorizar que existe una conexión entre ambos eventos.El estudio se ha publicado en Nature.

Juan Scaliter