En la década de 1970, los paleontólogos encontraron en Europa huevos fósiles de titanosaurio que presentaban deformaciones y anomalías. Las causas que lo motivaron han sido un completo misterio hasta ahora, que ha sido resuelto gracias a una investigación del grupo de Faunas mesozoico del Institut Català de Paleontología Miquel Crusafont (ICP).
Los científicos sabían que el tipo de anomalías que presentaban los huevos estaba relacionado con un fenómeno llamado distocia, que hace que la hembra los retenga en su organismo mucho más tiempo del habitual. Pero, ¿qué fue lo que lo provocó? La respuesta parece más sencilla de lo que se pensaba: el estrés.
Según los investigadores, los huevos datan de finales del Cretácico, un período en el que los titanosaurios dejaron de ser la variedad dominante entre los dinosaurios. Esa alteración les obligó a ser más competitivos en la lucha por la supervivencia. Y el estrés generado por esa situación tuvo su reflejo en la alteración de los ciclos reproductivos de las hembras.
Fuente: SINC.
Vicente Fernández López