Ubicados a millones de kilómetros de Marte, un grupo de científicos liderados por Lauren Mc Keown, han presentado nuevas pruebas de cómo se formó la actual orografía del planeta rojo. Sus experimentos, publicados en Nature, realizados en un laboratorio, recrearon los procesos de sublimación de dióxido de carbono (CO2) (el proceso por el cual una sustancia cambia de sólido a gas sin una fase líquida intermedia) y prmitieron deducir que es este proceso el responsable de alterar la apariencia de las dunas de arena en Marte.
“Todos hemos escuchado las noticias sobre la evidencia de agua en Marte – explica Mc Keown en un comunicado –. Sin embargo, el clima marciano actual no tiene agua en estado líquido con mucha frecuencia, por lo que es importante que comprendamos el papel de otros volátiles que probablemente modifiquen el planeta. La atmósfera de Marte está compuesta en más de un 95% por CO2, pero sabemos poco sobre cómo este interactúa con la superficie del planeta. Marte tiene estaciones, al igual que la Tierra, lo que significa que en invierno, una gran parte del CO2 en la atmósfera cambia de un gas a un sólido y se deposita en la superficie. El proceso se invierte en la primavera, a medida que el hielo se sublima, y esta interacción estacional puede ser un proceso geomorfológico muy importante”.

Para comprender los efectos de estos cambios, el equipo de Mc Keown diseñó una cámara de baja humedad y colocó bloques de CO2 en la superficie granular. Los experimentos revelaron que la sublimación de CO2 puede formar un rango de morfologías de surcos similares a los observados en Marte. Los barrancos lineales son otro ejemplo de características marcianas activas que no se encuentran en la Tierra. Son tallas largas, a veces sinuosas, estrechas, que se cree que se forman a partir de bloques de hielo CO2 que caen desde los bordes de las dunas y se deslizan hacia abajo.

“La diferencia de temperatura entre la superficie arenosa y el bloque de CO2 – añade Mc Keown–, genera una capa de vapor debajo del bloque, lo que le permite levitar y maniobrar hacia abajo, de manera similar a cómo se deslizan los discos de hockey sobre el hielo. Esta acción deja un canal que permite reconstruir su camino. Al final de él, el bloque pasará por el proceso de sublimación y erosionará un foso que desaparecerá sin dejar rastros que no sean la depresión aproximadamente circular debajo de él «.

Al deslizar bloques de hielo seco sobre el lecho de arena en la cámara de baja humedad, los científicos demostraron que los bloques estacionarios podían erosionar la topografía formando fosas y creando diques. En algunos casos, los bloques se sublimaron tan rápidamente que se enterraron bajo del subsuelo y fueron absorbidos por la arena en menos de 60 segundos.
“Este proceso – concluye Jim McElwaine, coautor del estudio – es realmente diferente a todo lo que se ve en la Tierra: el lecho parece fluido y la arena se levanta en todas direcciones. Cuando observamos por primera vez este efecto particular, fue un momento realmente emocionante».

Juan Scaliter