Un grupo de investigadores, liderados por Dayna Yorks, ha descubierto que entrenar en grupo reduce el estrés en un 26% y mejora significativamente la calidad de vida si lo comparamos con aquellos que entrenan en solitario. El equipo de Yorks reclutó a 69 estudiantes de medicina, un grupo de universitarios conocido por sus altos niveles de estrés y baja calidad de vida y les permitió elegir qué programa de ejercicios de doce semanas querían llevar a cabo: en grupo o en solitario. Al mismo tiempo se creó un grupo de control, que se abstuvo de hacer ejercicio aparte de caminar o andar en bicicleta como medio de transporte.
Cada cuatro semanas, los participantes completaron una encuesta en la que calificaban sus niveles de estrés percibido y la calidad de vida en tres categorías: mental, física y emocional.

Los resultados, publicados en The Journal of the American Osteopathic Association, fueron bastante claro. Los que participaron en el ejercicio grupal pasaron 30 minutos, al menos una vez a la semana, en un programa de entrenamiento de fortalecimiento funcional. Al final de las doce semanas, sus puntajes mensuales promedio en la encuesta mostraron mejoras significativas en las tres medidas de calidad de vida: mental (12.6 por ciento), física (24.8 por ciento) y emocional (26 por ciento). También informaron una reducción del 26,2 por ciento en los niveles de estrés percibidos.

A los participantes que realizaron la rutina individualmente, se les permitió elegir cualquier régimen de ejercicio que prefirieran. En promedio, estos se ejercitaron el doble de tiempo y no observaron cambios significativos en ninguna medida, excepto en la calidad de vida mental (aumento del 11 por ciento). Del mismo modo, el grupo de control no señaló cambios significativos en su calidad de vida o el estrés percibido.
«Los beneficios comunes de reunirse con amigos y colegas y hacer algo difícil , mientras se animan mutuamente– concluye Yorks en un comunicado –, rinde dividendos más allá del ejercicio solo. Los hallazgos apoyan el concepto de un enfoque mental, físico y emocional para la salud que es necesario para los médicos y estudiantes de medicina”.

Juan Scaliter