La capacidad de reconocer caras es una de las habilidades sociales más importantes para los humanos. Reconocemos caras familiares fácilmente, y podemos identificar caras desconocidas a partir de imágenes presentadas repetidamente. Al igual que otros animales, como perros y monos, las ovejas son animales sociales que pueden reconocer a otras ovejas y también a seres humanos conocidos. Poco se sabe, sin embargo, sobre su capacidad general para procesar rostros.
De acuerdo con un reciente estudio, publicado en Royal Society Open Science, las ovejas pueden ser entrenadas para reconocer rostros humanos a partir de retratos fotográficos e incluso pueden identificar la imagen de su pastor sin entrenamiento previo.
La investigación, liderada por Jenny Morton, es parte de una serie de pruebas que se le hacen a las ovejas para analizar sus capacidades cognitivas.
Los investigadores entrenaron a ocho ovejas para reconocer las caras de cuatro famosos (Fiona Bruce, Jake Gyllenhaal, Barack Obama y Emma Watson) a partir de retratos fotográficos que se muestran en ordenadores. Las ovejas se acercaban a las pantallas y recibían una recompensa si elegían la imagen del famoso en vez de la de un desconocido. Con el tiempo, aprendieron a asociar una recompensa con la fotografía. En esta prueba, las ovejas eligieron correctamente la cara de la celebridad ocho de cada diez veces.
Finalmente, los investigadores analizaron si las ovejas podían reconocer a su pastor sin entrenamiento previo. Los cuidadores pasan unas dos horas al día con las ovejas. Cuando un retrato del cuidador se intercalaba al azar en lugar de la imagen de un famoso, la oveja elegía a este siete de cada diez veces.
«Las ovejas son longevas y tienen cerebros que son similares en tamaño y complejidad a los de algunos monos – concluye Morton en un comunicado–. Eso significa que pueden ser modelos útiles para ayudarnos a comprender trastornos del cerebro, como la enfermedad de Huntington, que se desarrolla durante un largo tiempo y afectan las capacidades cognitivas. Nuestro estudio nos ayuda a observar cómo cambian estas habilidades, particularmente en ovejas que tienen la mutación genética que causa la enfermedad de Huntington”.
Juan Scaliter