Un equipo de expertos liderados por Ona E. Bloom, ha publicado un artículo en Scientific Reportsen el que afirman que muchos de los genes que reparan la médula espinal lesionada en un pez llamado lamprea (Hyperoartia) también están presentes y activos en el sistema nervioso periférico de mamíferos. Este descubrimiento es significativo porque muestra la posibilidad de que genes similares puedan usarse para mejorar la reparación de la médula espinal en otros animales y quizás eventualmente conduzcan a desarrollos terapéuticos para los humanos.
Las lampreas son peces sin mandíbulas, parecidos a las anguilas, que hace unos 550 millones de años compartían un ancestro común con los humanos. Una de sus sorprendentes cualidades es quela lamprea puede recuperarse completamente de una médula espinal seccionada sin medicación u otro tratamiento. Estos animales pueden pasar de parálisis completa a recuperarse totalmente en un periodo de 10 a 12 semanas.
“Durante muchos años, los científicos hemos sabido que la lamprea es capaz de lograr una recuperación espontánea de la lesión de la médula espinal – explica Bloom en un comunicado –, pero no conocemos la receta molecular que permite esta notable capacidad. Nuestros resultados nos han permitido determinar todos los genes que cambian durante el curso de la recuperación de la lamprea. Ahora que tenemos esa información, podemos utilizarla para probar si las vías específicas son realmente esenciales para el proceso”.
El equipo de Bloom analizó el proceso de curación de las lampreas para determinar qué genes y vías de señalización se activaron en comparación con una lamprea no lesionada. Descubrieron que la expresión de muchos genes en la médula espinal cambian a lo largo del tiempo con la recuperación y que varios genes también cambian en el cerebro. También vieron que muchos de los genes asociados con la respuesta a la lesión de la médula espinal son parte de la vía de señalización Wnt, la cual también desempeña un papel en el desarrollo del tejido y en la regeneración de otros animales, como las salamandras y el pez cebra. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, una vía de señalización “describe un grupo de moléculas de una célula que trabajan juntas para controlar una o más funciones de las células, como la multiplicación celular o la muerte celular. Después de que la primera molécula en una vía de señalización recibe una señal, esta activa a las otras moléculas”. Básicamente la vía es un mensaje con instrucciones que se transmiten de molécula a molécula.
Estos datos sugieren vías de señalización específicas que pueden ser diferentes después de la lesión de la médula espinal en mamíferos, como los humanos, que no tienen las mismas respuestas regenerativas naturales. Es decir en las lampreas la regeneración es posible porque se sigue transmitiendo el mensaje, solo que con otras instrucciones.

Juan Scaliter