A la hora de aumentar las posibilidades de los adolescentes de convertirse en adultos exitosos, es hacerlos involucrarse en actividades sociales como voluntariado.

Así lo afirman, en un estudio publicado en Child Development, científicos del Wake Forest Baptist Medical Center liderados por Parissa J. Ballard. Los autores descubrieron que los adolescentes que participaban en actividades sociales tenían más probabilidades que sus compañeros no comprometidos, de alcanzar mayores niveles de ingresos y educación cuando eran adultos.
«Sabemos por investigaciones anteriores que participar en actividades sociales puede ayudar a las personas a sentirse más conectadas con otros y ayudar a construir comunidades más fuertes – señala Ballard en un comunicado –, pero queríamos saber si ese compromiso en la adolescencia podría mejorar la salud, el nivel educativo y los ingresos de las personas a medida que llegan a la edad adulta”.

Ballard y su equipo utilizaron una muestra representativa a nivel nacional de 9.471 adolescentes y de una encuesta en curso llamada Estudio Nacional Longitudinal de Salud de Adolescentes a Adultos. Los participantes tenían entre 18 y 27 años cuando se midió el compromiso social, y luego seis años más tarde se midieron los resultados: salud, educación e ingresos.
El equipo de investigación descubrió que el voluntariado e ir a votar se asociaron favorablemente con conductas de salud tanto mental como física, como un menor número de síntomas de depresión y un menor riesgo de conductas negativas de salud, incluido el consumo de drogas.

Para los adolescentes que participaron en activismo político, los hallazgos fueron más complejos. Aunque ellos también tenían muchas más posibilidades de obtener un mayor nivel de educación e ingresos personales, también estaban involucrados en comportamientos más riesgosos seis años después.
«Creo que el activismo puede ser frustrante para los adolescentes – concluye Ballard – porque se encuentran en una etapa de la vida en la que son más idealistas e impacientes con la lentitud del cambio social. Animaría a los padres a ayudar a sus hijos a seguir siendo apasionados por su causa, pero también a aprender a manejar las expectativas en cuanto a las metas a corto y largo plazo”.

Juan Scaliter