Los períodos Carbonífero y Pérmico (358 – 272 millones de años atrás) fueron intervalos críticos en la evolución de la vida en la Tierra. Durante el Período Carbonífero, América del Norte y Europa formaban una sola masa terrestre y estaban ubicados en el ecuador. Gracias al clima cálido y húmedo la región se encontraba cubierta por densas selvas tropicales que proporcionaban un hábitat ideal para los primeros tetrápodos (vertebrados con cuatro extremidades). La abundancia de recursos permitió que estos animales se diversificaran con enorme éxito.
Pero hacia el final de este período se produjo un gran cambio en el entorno: cuando el número de especies de tetrápodos comenzó a aumentar, las selvas tropicales comenzaron a desaparecer. El clima se volvió mucho más seco y causó la extinción masiva de muchas especies dentro de los grupos de plantas dominantes. A pesar de ser un evento catastrófico para las plantas, hasta ahora no estaba claro cómo esto afectó a la comunidad de los primeros tetrápodos.
En un reciente estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, investigadores de la Universidad de Birmingham descubrieron que la extinción masivade las plantas dio inicio a un clima más seco hace 307 millones de años, llevando a la extinción de algunos grupos de tetrápodos, los primeros vertebrados que vivieron en nuestro planeta, pero al mismo tiempo permitió que otros se expandieran a través del globo.

Los resultados del estudio muestran que la diversidad de tetrápodos disminuyó después del colapso de la selva y la aparición de condiciones más secas, en gran parte debido a la reducción en hábitats adecuados para anfibios que necesitaban entornos húmedos para sobrevivir.
Sin embargo, también descubrieron que después del colapso de los bosques húmedos, las especies de tetrápodos que sobrevivieron comenzaron a dispersarse más libremente por todo el planeta, colonizando nuevos hábitats más alejados del ecuador. Muchos de estos sobrevivientes fueron los primeros reptiles, cuyo tamaño generalmente mayor en relación con los primeros anfibios les permitió viajar distancias más largas, y su capacidad para poner huevos significaba que no estaban confinados a hábitats acuosos.
“Esta es la investigación más completa jamás realizada sobre la evolución temprana de tetrápodos – explica Emma Dunne, autora principal del estudio, en un comunicado – y utiliza muchas técnicas recientemente desarrolladas para estimar patrones de diversidad de especies de registros fósiles, lo que nos permite una mejor comprensión de cómo los primeros tetrápodos respondieron a los cambios en su entorno. Ahora sabemos que el colapso de los bosques húmedos fue crucial para allanar el camino para que los amniotes, el grupo que finalmente dio origen a mamíferos modernos, reptiles y aves, se convirtieran en el grupo dominante de vertebrados terrestres durante el período Pérmico y más allá”.

Juan Scaliter