Desde el descubrimiento de los fósiles de Australopithecus en África a mediados del siglo veinte, siempre se había afirmado que el origen del linaje humano estaba en este continente. Las huellas de Laetoli, de Tanzania, de 3,7 millones de años, que muestran pies humanos y locomoción vertical, consolidaron la idea de que los homínidos (los primeros miembros del linaje humano) no sólo se originaron en África sino quepermanecieron allí aisladas durante varios millones de años antes de dispersarse a Europa y Asia. Pero todo esto está cambiando.

Si unos meses atrás, un estudio señalaba que “la división humanos y chimpancés se produjo en el Mediterráneo y no en África”,cuestionando gran parte de nuestro pasado, ahora un nuevo hallazgo apoya la anterior investigación y pone, de confirmarse, patas arriba la cronología establecida de la evolución humana temprana.Se trata de varias huellas de aproximadamente 5,7 millones de años de antigüedad muy similares a las de los humanos modernos halladas en la isla de Creta.
Los pies humanos tienen una forma muy distintiva, diferente de todos los demás animales terrestres. La combinación de una planta larga, cinco dedos cortos hacia delante, la ausencia de garras y un dedo gordo más grande que los otros dedos del pie, es única. Los pies de nuestros parientes más cercanos, los grandes simios, se parecen más a una mano humana con un dedo gordo parecido al pulgar, pero sobresaliendo hacia un lado. Las huellas de Laetoli, son semejantes a las nuestras excepto por un talón más estrecho y la ausencia de un arco apropiado. Por su parte, las huellas del Ardipithecus ramidus, de 4.4 millones de años, pertenecen a un pie más cercano a las características de los simios.

Las nuevas huellas, halladas en Trachilos, en Creta occidental, tienen una forma inconfundiblemente humana. Esto es especialmente cierto en los dedos de los pies. El dedo gordo del pie es similar al nuestro en forma, tamaño y posición. También tiene una protuberancia distintiva en la planta que no se observa en los simios. De acuerdo con los autores del estudio, liderados por Per Ahlberg, están convencidos que todos los datos apuntan a la huella de un homíninoprimitivo.
«Lo que hace que esto sea polémico es la edad y la ubicación de las impresiones – explica Ahlberg en un comunicado –.Este descubrimiento desafía la narrativa establecida de la evolución humana temprana y es probable que genere mucho debate. Queda por ver si la comunidad de investigación de los orígenes humanos aceptará huellas fósiles como evidencia concluyente de la presencia de homínidos en el Mioceno de Creta”.

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Detalle de una de las huellas. Crédito imagen: Andrzej Boczarowski

Juan Scaliter