Al grafeno se le bautizó como el material del futuro, y lo cierto es que no dejan de surgir nuevas e interesantes aplicaciones. La última de ellas la muestra la imagen que acompaña esta nota. ¿Ven esos mechones de pelo? Pues son el mismo. Primero se ve el cabello luciendo su color rubio natural y, luego, más oscuro tras haberle aplicado un tinte que contiene grafeno.
El hallazgo ha sido fruto de una investigación realizada por la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, y sus autores aseguran que este nuevo tipo de pigmento no es tóxico, ni dañino, y dura muchos lavados. La mayoría de los colorantes funcionan mediante el uso de compuestos muy agresivos que actúan abriendo la cutícula (la capa exterior del cabello), para permitir que penetren las moléculas de colorante. Esto, además de acabar dañando al pelo con el paso del tiempo, puede tener consecuencias tóxicas, ya que algunas de esas moléculas acaban siendo absorbidas por la piel.
Pero el grafeno que contiene este pigmento actúa envolviendo el cabello y adheriéndose a él. No existe el riesgo de que sus moléculas puedan filtrarse a través de la piel porque son demasiado grandes, y garantizan que el color se mantiene más de treinta lavados, que es el mínimo obligatorio que se exige a todo tipo de tinte comercial.
Otra de sus ventajas son sus propiedades antiestáticas y de disipación térmica. Cada pelo recubierto es como un pequeño cable que puede conducir el calor y la electricidad. Esto favorece que se disipe la electricidad estática y evita el problema de que se alborote el pelo en condiciones meteorológicas desfavorables.
Fuente: SINC.
Vicente Fernández López