A lo largo de 2017, la energía solar dominó la inversión global en nueva generación de energía como nunca antes. En todo el planeta se instalaron un total de 98 gigavatios de nueva capacidad solar, mucho más que la suma de las otras renovables, los combustibles fósiles o la energía nuclear.
La energía solar también atrajo mucha más inversión, con cerca de 150.000 millones de euros, un 18% más que el año pasado. El motor de este avance recae principalmente en China, que sumó 53 gigavatios, (más de la mitad del total mundial) y una inversión de 80 mil millones de euros.
Estos datos son parte del Informe Global Trends in Renewable Energy Investment 2018, publicado por UN Environment, la Escuela de Frankfurt – Centro Colaborador del PNUMA y Bloomberg New Energy Finance. Las conclusiones destacan que la disminución del precio de la electricidad solar y, en cierta medida, de la energía eólica, seguirán impulsando esta tendencia: 2017 fue el octavo año consecutivo en que la inversión mundial en energías renovables excedió los 170.000 millones de euros, y desde 2004, a nivel global, se han invertido un total de 2,5 billones de euros en energías verdes.
«El extraordinario aumento de la inversión solar – explica Erik Solheim, director de Medio Ambiente de la ONU – muestra cómo está cambiando el mapa de la energía global y, lo que es más importante, cuáles son los beneficios económicos de ese cambio. Las inversiones en energías renovables atraen a más personas a la economía, ofrecen más empleos, trabajos de mejor calidad y mejor remunerados. La energía limpia también significa menos contaminación, lo que significa un desarrollo más saludable y feliz”.
Otros países que destacan junto a China, por su inversión son Australia, México y Suecia. En España, de acuerdo a la Unión Española Fotovoltáica (UNEF), se instalaron 135 MW de nueva potencia solar, un 0,25% el total chino, pero un crecimiento a nivel local del 145% respecto a los 55 MW instalados en 2016.
Juan Scaliter