En 1959, un fanático adolescente de las mariposas llamado Thomas Emmel, recogió 13 mariposas de color marrón en las tierras altas de México. Todo ocurrió en una expedición de tres meses por el sur de México y Guatemala, donde Emmel, por entonces de 17 años, acompañó al ornitólogo L. Irby Davis para grabar el canto de las aves. Davis le había ofrecido un trato sencillo: si Emmel se encargaba del reflector parabólico al amanecer y al anochecer, podría pasar el resto de su tiempo recolectando mariposas, su principal interés.

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Emmel en 1949 posando con algunas de las mariposas que coleccionaba. Crédito: T. Emmel

Tras regresar de la expedición, las mariposas pasaron de universidad en universidad y de cajones a armarios y quedaron olvidadas. Casi 60 años después, finalmente fueron reconocidas como una nueva especie por Andrew Warren, quien nombró a la mariposa Cyllopsis tomemmeli para honrar a Emmel, que ahora tiene 76 años y es un reconocido experto internacional en Lepidópteros. El estudio que describe la nueva especie ha sido publicado en Zootaxa.

«Él es la única persona que las coleccionó, y fue en esta extraordinaria expedición cuando tenía 17 años – explica Warren en un comunicado – . Desde entonces ha inspirado a muchas personas a lo largo de los años, no solo en mariposas y polillas, sino en muchos campos. También fundó la única institución en el mundo dedicada exclusivamente a la investigación de mariposas y polillas. Esa era la gran visión de Tom, y la logró realizar”.

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Thomas Emmel, junto a sus 13 mariposas, en la actualidad. Crédito imagen: Kristen Grace

Juan Scaliter