Todos los especialistas, médicos, organizaciones de salud, investigadores…, todos están de acuerdo en que el ejercicio es bueno para el corazón, pero las razones aún no se comprendenbien.

Ahora, un nuevo estudio, publicado en Nature, y liderado por Ana Vujic y Carolin Lerchenmüller, señala una razón por la que el ejercicio podría ser beneficioso: estimula al corazón para que produzca nuevas células musculares, tanto en condiciones normales como después de un ataque cardíaco.

Nuestro corazón tiene una capacidad relativamente baja para regenerarse. Los adultos jóvenes pueden renovar alrededor del 1% de sus células musculares del corazón cada año, una tasa que disminuye con la edad. Teniendo en cuenta que la pérdida de células del corazón está relacionada con la insuficiencia cardíaca, las intervenciones que aumentan la formación de nuevas células cardíacas tienen el potencial de prevenir la insuficiencia cardíaca.
«Queríamos saber si existe una forma natural de mejorar la capacidad regenerativa de las células musculares del corazón – explica Vujic en un comunicado – . Así que decidimos probar la única intervención que ya sabemos que es segura y económica: hacer ejercicio”.

Para evaluar los efectos del ejercicio, el equipo de Vujic y Lerchenmüller, le permitió a un grupo de ratones sanos el acceso voluntario a una cinta ergométrica. Los roedores recorrían unos cinco kilómetros cada día. Por otro lado también se analizó un segundo grupo de ratones, también saludables, pero que no tenían acceso a la cinta para correr.
Los análisis revelaron que los ratones que realizaron ejercicio físico regeneraron 4 veces y media más células musculares cardíacas que sus primos sedentarios.

El próximo objetivo es identificar qué mecanismos biológicos vinculan el ejercicio con una mayor actividad regenerativa en el corazón. “Ahora necesitamos encontrar las señales que son suficientes para activar este efecto – concluye Lerchenmüller– . Si podemos activar estas vías en el momento adecuado, en las personas adecuadas, entonces podemos mejorar la recuperación después de un ataque al corazón”.

Juan Scaliter