Existen grandes franjas de bosques vulnerables a la sequía, los incendios forestales y las enfermedades. Los impactos de la pérdida de bosques son bien conocidos: suelos más secos, vientos más fuertes, mayor erosión, pérdida de sombra y hábitat. Pero si todo un bosque desaparece, tiene efectos en la atmósfera que pueden afectar la vegetación en áreas lejanas.

Un estudio, liderado por Abigail Swann, de la Universidad de Washington y publicado en Environmental Research Letters,muestra que la desaparición de bosques en regiones específicas de los Estados Unidos, puede influir en el crecimiento de forestal en otras partes del país. Los mayores impactos se observaron en California, un estado que ha perdido más de 130 millones de árboles desde 2010, en gran parte debido a los efectos combinados de la sequía, las temperaturas cálidas, los insectos y las enfermedades.
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«Estas áreas más pequeñas de bosque – explica Swann en un comunicado – pueden tener impactos a escala continental, y realmente debemos considerar esto cuando estamos pensando en cambios ecológicos. Estos efectos son aceptados en la comunidad de las ciencias atmosféricas, pero la idea solo comienza a ser aceptada por los ecologistas”.

El equipo de Swann dividió los Estados Unidos en las 18 regiones utilizadas en la Red del Observatorio Ecológico Nacional. Posteriormente, los investigadores utilizaron un modelo climático para analizar as consecuencias de eliminar las áreas forestales existentes de las 13 regiones en más zonas densamente pobladas para las condiciones de crecimiento en todo el país.

«La pérdida de bosques está interrumpiendo o cambiando los patrones de flujo en la atmósfera – concluye Swann – , lo que está llevando a un clima de verano ligeramente diferente en la parte oriental del país. Es muy similar a los efectos que provoca El Niño y provoca condiciones más cálidas, más frías o más húmedas y secas en otro lugar”.

Juan Scaliter