Ran Budnik, del Instituto de Ciencias Weizmann, lidera un equipo de 165 investigadores de todo el mundo que trabajan en el experimento XENON1T. Este experimento, el más sensible hasta la fecha destinado a buscar materia oscura, ha establecido esta semana un límite estricto sobre la posible masa de partículas que podrían constituir la materia oscura. El experimento XENON1T se lleva a cabo en un tanque que contiene más de una tonelada de xenón líquido, pero ahora, el equipo de Budnik está planeando un experimento aún más grande y más sensible, XENONnT, que comenzará en 2019.

Se cree que la materia oscura constituye el 83% de toda la materia, pero es invisible para nosotros, ya que no emite luz e interactúa muy débilmente con la materia común. Una de las partículas candidatas para la materia oscura, son las partículas masivas de interacción débil, o WIMPs por sus siglas en inglés. XENON1T ha estado a la vanguardia de la búsqueda de estas partículas, analizando, en el subsuelo del INFN Laboratori Nazionali del Gran Sasso en Italia, la interacción de WIMPs con átomos de xenón. La prueba de ello sería un pequeño destello de luz.

Desde el primer experimento, en 2005, la colaboración XENON ha aumentado la masa objetivo potencial de 5 kg a 1300 kg, mientras que disminuye la interferencia de fondo en un factor de 5000.

“Debido a que la configuración de XENON1T es tan precisa – explica Budnik en un comunicado –, el hecho de que no se hayan detectado eventos de fondo en la región más pura del detector, significa que ahora podemos establecer un límite en las interacciones de WIMPs con la materia ordinaria. El nuevo detector nos permitirá buscar estas partículas en un rango que aún no se puede observar”.

Juan Scaliter