Todos queremos cambiar al menos una cosa sobre nuestro aspecto físico, sin importar cuantas reafirmaciones escuchemos sobre nuestra apariencia. Así, ocasional o frecuentemente nos encontramospensando en lo que consideramos nuestra apariencia ideal, allí donde se corrigen todos nuestros «defectos».
Con esto en mente, el fotógrafo Scott Chasserot intentó dar vida a la visión ideal que algunas personas tenían sobre sí mimas a través de su proyecto Original Ideal, una combinación de «fotografía de retrato y neurociencia» según el propio autor. Chasserot tomó fotos simples y sin adornos de voluntarios, luego, mediante un software de edición, hizo docenas de versiones alteradas basadas en los «cánones de belleza científicamente establecidos».
[image id=»96748″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Al presentar las fotos editadas a los voluntarios mientras usaban dispositivos deelectroencefalografía (EEG), Chasserot pudo analizar sus ondas cerebrales e identificar qué versión preferían más, basándose en reacciones neurales positivas. La foto preferida fue etiquetada como su apariencia «ideal».
[image id=»96749″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]“¿Qué es lo que encontramos instintivamente hermoso en el rostro humano y cómo se traduce esto en la autoimagen? – se pregunta Chasserot – ¿Qué suposiciones haríamos sobre otra persona si pudiéramos ver su autoimagen ideal? Este proyecto combina la fotografía de retrato y la neurociencia para aislar la autoimagen ideal de los sujetos, una preferencia cerebral sincera obtenida eludiendo el pensamiento consciente”.
Juan Scaliter