Un reciente estudio, realizado en los Países Bajos, concluye que aproximadamente 1 de cada 7 niños (de 9 a 11 años de edad) mostraba signos de deterioro de la audición inducido por el ruido, algo que ocurría antes de la exposición a estímulos como la asistencia a clubes y conciertos.

Los expertos señalan a los reproductores de música portátiles, utilizados por el 40% de los 2.075 menores del estudio, publicado en Jama , se asociaron con la pérdida de audición de alta frecuencia.

En 2009 la Unión Europea solicitó que se controlara el nivel máximo de volumen al que podían funcionar los dispositivos portátiles de música, la decisión fue ratificada en 2014. Teniendo en cuenta que los voluntarios del estudio nacieron años antes de esta medida y que no deberían tener dinero para comprar los MP3, según señala Jama, en un comunicado, los autores subrayan el poco efecto que tuvo la legislación en este aspecto.

Juan Scaliter