La construcción de tejidos biológicos, como piel, músculos o huesos, en formas específicas era un desafío complejo. Hasta ahora. Un equipo de científicos liderados por Stefano De Renzis, ha logrado conseguir plegados y formas diferentes gracias a la optogenética: una técnica para controlar la actividad de las proteínas con luz. Los resultados han sido publicados en Nature Communications.

En un embrión, el cambio de las formas de los tejidos es esencial para un desarrollo saludable y el equipo de De Renzis buscaba comprender los mecanismos que gobiernan estas transiciones de forma, también llamadas morfogénesis.

El uso de la optogenética les permitió reconstruir este proceso a nivel epitelial,fundamental durante el desarrollo, donde las células se mueven hacia adentro y se pliegan hacia el embrión, dando lugar a tejidos internos como los músculos, por ejemplo. Sorprendentemente, lograron esto en células que normalmente no se someten a este proceso.
«Lo mejor del uso de la optogenética para guiar la morfogénesis es que es una técnica muy precisa – explica Emiliano Izquierdo, coautor del estudio, en un comunicado –. Pudimos definir varias formas, y al alterando el tiempo y la intensidad de la iluminación, pudimos controlar qué tan lejos las células se plegaban hacia adentro».
La investigación se realizó en moscas de la fruta, pero dado que el plegamiento epitelial es un proceso conservado a lo largo de la evolución, De Renzis espera que estos métodos también sean aplicables en otros organismos. En ese caso, la optogenética podría ser una técnica ideal para reparar y dirigir el desarrollo del tejido o usarse para reconstruir tejidos artificiales en medicina regenerativa.

Juan Scaliter