Uno de los mayores responsables de los esfuerzos continuos de nuestro cuerpo para prevenir las mutaciones del ADN (responsables por ejemplo de producir tumores), tiene un tamaño mínimo. Allí están los electrones, capaces de señalar proteínas que reparan el ADN. Más específicamente, el movimiento de electrones a través del ADN ayuda a nuestras células a detectar los errores que regularmente surgen en nuestro ADN.

Conocido como transporte de carga de ADN, este proceso bioquímico se descubrió en los años 1990 por Jacqueline Barton, de Caltech, a través de experimentos con ADN sintético. Luego, su grupo de investigación encontró evidencia de que esta química de transporte de carga podría ser utilizada por proteínas de reparación de ADN bacterianas.

Ahora, un nuevo estudio muestra que el transporte de carga de ADN también está en funcionamiento en las versiones humanas de las proteínas de reparación del ADN, y que la interrupción de este proceso puede estar relacionado con el cáncer. El sistema funciona del siguiente modo: varias proteínas de reparación del ADN se unen a la doble hélice en diferentes sitios. Los electrones viajan por el ADN de una proteína a otra, como si la doble hélice actuara como un cable eléctrico. Si el ADN está intacto, sin daños, el electrón atraviesa y alcanza la siguiente proteína de reparación, indicándole que deje la cadena de ADN. Sin embargo, si hay daño en el camino, el electrón no alcanzará la siguiente proteína de reparación del ADN. La proteína de reparación permanece ligada al ADN y busca el daño para repararlo.

“Lo que hemos descubierto – señala Barton en un comunicado –, es que una mutación en una proteína de reparación del ADN asociada con el cáncer puede alterar el transporte de electrones a través del ADN. Nuestro objetivo es crear una estrategia para que las proteínas reparadoras puedan encontrar y corregir las mutaciones en el ADN antes de que conduzcan al cáncer”.

Los investigadores de Caltech comenzaron a buscar conexiones entre el transporte de carga de ADN y el cáncer después de que un grupo de científicos de la Universidad del Sur de California (USC) les hablaran sobre una mutación inusual en una proteína reparadora de ADN llamada MUTYH, la cual había sido identificada en pacientes con cáncer. Los investigadores de USC y Caltech unieron sus fuerzas con científicos de la Universidad de Michigan y finalmente descubrieron que la mutación, llamada C306W, afectaba a una porción de la proteína de reparación del ADN que normalmente ayuda a mantener un grupo de átomos de hierro y azufre dentro de la proteína.

Mientras que otras mutaciones en la proteína de reparación MUTYH se han relacionado con el cáncer anteriormente, esta es la primera vez que la mutación se asoció con el grupo de hierro-azufre en la proteína. ¿Por qué es eso importante? Este grupo es la base de las proteínas de reparación que se producen en la química del transporte de carga de ADN. El estudio se ha publicado en Nature Chemistry.
En el futuro, este tipo de investigación podría conducir a diagnósticos útiles para pacientes con cáncer o incluso medicina personalizada. “Esto es solo la punta del iceberg – concluyen los autores –. Puede haber otras mutaciones en pacientes con cáncer además de esta que también perturben el proceso de transporte de carga».

Juan Scaliter