Hace unos días hablábamos de las curiosas gemas de color verde que habían aparecido tras la explosión del volcán Kilauea en Hawái. Pero la erupción sigue provocando otros descubrimientos igualmente sorprendentes, como la aparición masiva de unos extraños cuerpos filamentosos similares a cabellos dorados. Pero, ¿de qué se trata realmente?
Son fibras de cristal que se forman cuando estalla las burbujas de gas que se producen en la lava hirviendo. Son tan finas como un cabello humano, y su diámetro es tan solo el de la milésima parte de un milímetro. No pesan nada y eso es lo que hace a estos cabellos dorados potencialmente peligrosos.
El problema más grave es que el viento puede transportarlos hasta los manantiales de agua de los que beben tanto las personas como los animales. Los especialistas recuerdan que en erupciones anteriores ya se han registrado casos de reses con graves lesiones en el esófago y en el intestino, por beber agua que contenía estas fibras de cristal.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López