Inhibidores de la bomba de protones (IBP) parece un nombre demasiado aparatoso para un medicamento, pero así es como se llama a una variedad que sirve para tratar la acidez estomacal crónica o las úlceras gastrointestinales. De hecho, uno de ellos, el Omeprazol, es el medicamento más vendido en España.

Pero, ahora, una investigación realizada por la Washington University School of Medicine in St. Louis, en Missouri, revela que las personas que consumen IBP de forma habitual durante un período de tiempo muy prolongado, tienen un mayor riesgo de morir por causas no especificadas.

Los investigadores analizaron los datos referentes a 275.933 que consumieron estos medicamentos en 2006 y 2008, y observaron que se producía una muerte por cada 500. Una media muy superior a la que se daba entre quienes consumían anti H2, otro tipo de medicamentos que también se utilizan para tratar la acidez estomacal.

Pero tampoco hay que asustarse. Según los autores del estudio, el riesgo con los IBP comenzaba a partir de los treinta días de tratamiento y, generalmente, los médicos los recetan para usarlos durante mucho menos tiempo. Además, el problema se daba principalmente en personas que, por diversos motivos, decidían seguir tomándolos. También hay que tener en cuenta que la mayoría de los pacientes del experimento eran personas de más de 60 años, con diversos problemas de salud.

Con todo, es necesario recordar que otros estudios previos ya habían revelado que las personas que consumían estos fármacos estaban más expuestas a sufrir una infección de Clostridium difficile, una bacteria que causa una enfermedad grave llamada colitis seudomembranosa.

Pese a todo esto, los autores del estudio tranquilizan a los pacientes asegurando que si ellos tuvieran que tomar IBP por consejo del médico, lo harían. Pero que lo que nunca hay que hacer es prolongar el tratamiento más tiempo del recomendado, ni usar el medicamento para otros fines que no sean tratar el reflujo de ácido.

Fuente: LiveScience.

Vicente Fernández López