El pasado mes de abril, la estación espacial china Tiangong-1 cayó sobre nuestro planeta, y se destruyó al penetrar en la atmósfera, aunque algunos de sus restos sobrevivieron a la reentrada y se precipitaron en aguas del Océano Pacífico. Y, ahora, dos meses después, el mundo está pendiente de los extraños movimientos de otra estación china, Tiangong-2, que es gemela de la anterior.
El pasado 13 de junio, el US Strategic Command’s Joint Force Space Component Command de Estados Unidos detectó que Tiangong-2 había variado la altitud a la que orbitaba, pasando de los 390 kilómetros habituales, a sobrevolar nuestro planeta a una altura de tan solo 295 kilómetros. Aunque dos días después, la estación recuperó su altitud de siempre.
Pero, ¿que significan esos movimientos? Las autoridades chinas guardan de momento un silencio total sobre el asunto, pero los estadounidenses creen que pueden deberse a que se estén realizando ensayos para provocar una reentrada de la estación en la atmósfera, más controlada de la que tuvo Tiangong-1.
Tiangong -2 tenía que haber sido puesta en órbita en 2014, pero diversos contratiempos retrasaron su lanzamiento hasta septiembre de 2016. Ahora, los especialistas estadounidenses sospechan que el laboratorio puede haber llegado al final de su vida útil (muy breve, por cierto), y que los chinos estarían preparándose para su caída sobre nuestro planeta.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López