Diversos lugares de las costas de Mallorca y Menorca se vieron repentinamente invadidos por una masa de agua marina, con olas de más de un metro de altura, que penetraron tierra dentro, arrollando lo que encontraban a su paso, y que incluso causaron la muerte de un turista alemán, que fue arrastrado mar adentro.

A este fenómeno se le conoce como meteotsunami, y es más frecuente de lo que se suele pensar en aguas del Mediterráneo. De hecho, en Baleares están tan familiarizados con él que le han bautizado con el nombre de rissaga. Pero, a diferencia de los tsunamis, que son fenómenos de origen sísmico, los meteotsunamis son meteorológicos.

La causa más habitual son las perturbacioens atmosféricas que se producen por el encuentro del aire cálido que proviene de África y los vientos fuertes y más frescos del Mediterráneo. Dichas perturbaciones causan una oscilación de presión que provoca una rápida variación en las mareas. Y, de forma similar a los tsunamis tradicionales, el resultado es que el mar se retira varios metros, para regresar a los pocos minutos con enorme fuerza.

Por supuesto, las olas que causa una rissaga no suelen ser tan grandes como las de un tsunami. Pero, en ocasiones como esta, pueden tener consecuencias letales. Con todo, se considera que la mayor de todas las que ha habido en tiempos recientes, es la que se produjo en junio de 2006 en Ciudadela (Menorca), en la que se formaron olas de hasta cuatro metros de altura que, aunque afortunadamente no mataron a nadie, sí causaron numerosos destrozos.

La prensa británica se ha preguntado si, después de este suceso, es seguro visitar las Baleares. Pero, a continuación, tranquiliza a sus lectores, diciendo que casos como el de la muerte del turista alemán son desgraciados accidentes que, afortunadamente, no suelen ocurrir con frecuencia.

Fuente: Telegraph.

Vicente Fernández López