Las llamadas fast radio burst, o señales de radio rápidas, son uno de los fenómenos más misteriosos del cosmos, y tiene desconcertados y fascinados a los científicos. Son extremadamente potentes y generan una gran cantidad de energía, pero tan solo duran unos milisegundos. Y solo ocurren una sola vez, y sin previo aviso. Eso significa que no pueden predecirse.
Aunque hay una excepción. Y se trata de la conocida como FRB 121102, porque desde que se recibió por primera vez en 2012, ha sido captada una y otra vez. Eso llevó a los científicos del SETI a pensar que podía predecirse. Por ese motivo, el 26 de agosto del pasado año dirigieron el Green Bank Telescope de Virginia hacia la localización en la que se aprecia dicha señal. Y en los 440 terabytes de información que obtuvieron, descubrieron que la señal se producía 21 veces.
Pero, ahora, usando un nuevo algoritmo se han percatado de que se había producido durante aquella observación otras 72 veces de las que no se habían percatado. Con estos datos, empiezan a conocerse ya detalles importantes de la posible fuente de emisión.
Así, los científicos intuyen que la señal puede generarse en una galaxia enana a más de tres mil millones de años luz de la Tierra. Además, una poderosa distorsión existente en la misma, sugiere que proviene de un entorno extremo, probablemente cercano a un agujero negro.
Fuente: ScienceAlert.
Redacción QUO