El pasado 12 de mayo, el observatorio astronómico de Arecibo, en Puerto Rico, captó una misteriosa señal de radio que parecía provenir de Ross 128, una estrella enana situada a 11 años luz de distancia. Los científicos ya advirtieron que la posibilidad de que se tratase de una señal emitida por alguna civilización extraterrestre era la menos viable de todas las hipótesis que se manejaban, aunque tampoco se descartaba por completo.

Hasta ahora, porque las posibilidades de que se tratase de la primera evidencia de vida alienígena, se han evaporado por completo. Los investigadores ya tienen claro de que la señal fue producida por una interferencia de un satélite geoestacionario.

El hecho de que solo se captase en la dirección en la que se encuentra Ross 128 se debe a que dicha estrella está situada en el llamado ecuador celeste (que es la proyección en el espacio del ecuador terrestre), posición en la que se encuentran también la mayoría de los satélites geoestacionarios.

Una mala noticia para todos aquellos que sueñan con el descubrimiento de vida inteligente en el universo. Y que se suma a la que se produjo recientemente, cuando un equipo de investigadores reveló que la mítica señal WOW, también captada en Arecibo, y que hasta la fecha era la más firme candidata a tener un origen alienígena, en realidad había sido producida por un cometa.

En definitiva, que los aliens, si existen se resisten a dar señales de vida.

Vicente Fernández López