Hasta ahora, los tripulantes de las misiones espaciales debían casi pelearse para echar un vistazo al horizonte que se les ofrecía desde la Estación Espacial Internacional. Pequeños ojos de buey o en el mejor de los casos una mínimaa ventana de 50 centímetros de diámetro eran la única opción.

Hasta ahora. Porque a finales del 2009 el nodo Tranquility (Tranquilidad), que estará llegando a la estación espacial a comienzos de 2010, incluirá un domo de observación distinto a cualquier otro que haya sido transportado hacia el espacio. Será el “balcón espacial” más grande que se haya construido: una semiesfera con siete ventanas, la más grande de ellas de 80 centímetros de diámetro.
La Cúpula, tal es su nombre, es un mirador privilegiado y pionero para observar la Tierra, algo fundamental según relata Julie Robinson, científica del Programa de la EEI, en el Centro Johnson para Vuelos Espaciales: “Los astronautas trabajan mucho allí arriba y permanecen lejos de sus familias durante mucho tiempo. El hecho de observar la Tierra y las estrellas es algo que los ayuda a relajarse y los colma de inspiración».
Pero la Cúpula no sólo servirá para dar calma a los viajeros espaciales, también podrá aportar nuevos datos científicos: «Fotografiando vistas oblicuas a diferentes ángulos del Sol – añade Robinson–, los astronautas podrán utilizar la Cúpula para brindar a los científicos una vista de la Tierra que no pueden obtener los satélites.
Más aún: «Las fotografías de la Tierra que tomaron los astronautas han sido utilizadas para entender procesos terrestres tales como el derretimiento de los témpanos de hielo, las nubes noctilucentes (las que se encuentran más alto en nuestra atmósfera: a 80 kilómetros), las tormentas de polvo y la estructura del ojo de un huracán”.
Estas imágenes podrán ser vistas en la página web de la base de datos de fotografía aeroespacial.

Redacción QUO