Mientras los recortes presupuestarios arrojan dudas el futuro de la exploración espacial por parte de la NASA, las iniciativas para desarrollar tecnologías que la hagan posible siguen su curso. Una de las más destacadas es el concurso Northrop Grumman Lunar Lander Challenge, que pretende fomentar los avances necesarios para crear cohetes que puedan despegar y alunizar verticalmente.
El concurso forma parte del Centennial Challenges Program de la NASA, está gestionado por la Fundación X Prize y consta de dos niveles. Los objetivos del primero ya los cumplió el año pasado la empresa Armadillo Aerospace, que se llevó 350.000 dólares por la hazaña.
El segundo nivel está dotado con 1 millón de dólares para el primer puesto y 500.000 para el segundo en una prueba que consiste en hacer volar durante 180 segundos un cohete que deberá aterrizar después en una superficie similar a la de la Luna. Las demostraciones deberán realizarse antes de finales de octubre y de momento hay tres equipos registrados: Armadillo Aerospace, Masten Space Systems y Unreasonable Rocket. Estaremos atentos a sus respectivos despliegues de ingenio.
Pilar Gil Villar