Una emulsión es un líquido compuesto por dos sustancias que no están mezcladas. Una de ellas es siempre hidrofílica (miscible con agua) y la otra es lipofílica (con aceite o grasa). Ahora, les asignamos papeles: una debe estar en “fase continua” –así la llaman– y actuar como continente, digamos; y la otra ha de estar en “fase dispersa”, o sea, en pequeñas gotas o partículas.

En la leche, el agua está en fase continua, y la grasa (nata), en fase dispersa; eso es una emulsión directa. Se sabe que invertir simplemente los papeles del agua y el aceite –emulsión inversa– mejora la penetración en la piel y el cabello. Por ejemplo, los nuevos tintes de L’Oréal han logrado prescindir del amoníaco (que era lo que ayudaba a penetrar) al utilizar ahora emulsiones inversas, en vez de directas, como los tradicionales.

Redacción QUO