Esta investigación es el resultado del trabajo de Rebeca Galera, la astrónoma del IAC que falleció antes de poder concluirlo. Rebeca llamaba a las nebulosas planetarias «Mis luciérnagas verdes».
Una estrella gigante roja moribunda explota mientras los científicos la observan en tiempo real, algo que nunca había ocurrido antes en la historia de la astronomía