La estancia se llena con el sonido de la música electrónica creada para la ocasión. Cinco bailarines profesionales danzan ante una gran pantalla, mientras sus imágenes -o más bien, una representación de sus imágenes-, se entrelazan, crecen y brillan tras ellos. Ni es una mera proyección, ni tampoco una grabación: es danceroom Spectroscopy (dS).
El sistema interactivo diseñado por el profesor e investigador David Glowacki es una herramienta audiovisual orientada al mundo de la danza y las artes escénicas. Basa su funcionamiento en la integración humana en un campo de energía virtual, a partir de una simulación del mundo microscópico. Una fusión entre áreas aparentemente dispares (danza, física e informática) que surge como respuesta a las inquietudes divulgativas de su creador. La pretensión inicial de Glowacki era compartir sus investigaciones de una forma creativa, amena, divertida y nada técnica.
danceroom Spectroscopy (dS)
El creador de la idea, el profesor Glowacki, desarrolla su actividad científico-académica en el Reino Unido para la Universidad de Bristol y ha publicado ya, a pesar de su juventud, dos artículos en la prestigiosa revista Science.
Su motivación para crear danceroom Spectroscopy (dS), fue puramente divulgativa, pues quería que la gente que le rodeaba comprendiese su trabajo sin caer en el bostezo. Según Glowacki, su idea inicial era «desarrollar alguna metáfora de un campo de energía, una experiencia intuitiva que nos ayudara a comprender mejor el comportamiento de los átomos y la moléculas en la escala microscópica«.
Foto: danceroom-spec.com
¿Qué pasa si unimos la Química Teórica con un programador, música electrónica, una coreógrafa y cinco bailarines profesionales? Ese fue el reto que el equipo de Glowacki viene desarrollando desde hace un par de años.
No es sólo una imagen bonita; se calcula la posición y el movimiento de miles de átomos de forma individual, y se realiza un seguimiento de la forma en que interactúan, ya que ‘rebotan’ entre sí.
Foto: danceroom-spec.com
El mundo microscópico deja de ser invisible
La música también es una deliciosa interpretación de cómo actúan los átomos. El software muestra los datos de la colisiones y vibraciones. Esto, unido a un software musical, consigue hacer que el mundo microscópico deje de ser invisible.
Foto: danceroom-spec.com
Dadme un campo de fuerza y me bailaré el mundo
Imagina unos bailarines danzando sobre un escenario. A su alrededor, y siguiendo sus pasos, se representan las moléculas del aire bailando junto a ellos. Si se mueven, esas moléculas se distribuyen e interaccionan. Por supuesto, no hay cámara que consiga grabar hazaña semejante, por lo que se simulan unos campos de fuerza que se forman alrededor de los bailarines.
Lo que este software consigue, en resumidas cuentas, es detectar una persona y simular un campo de átomos alrededor de ella. Cuando detecta que hay dos o más personas, sus átomos interactúan entre ellos como un campo de fuerza.
Foto: danceroom-spec.com